6 ejercicios básicos para mejorar la inteligencia emociona
6 ejercicios básicos para mejorar la inteligencia
emocional
Cómo aumentar mi inteligencia emocional
Seguro que conoces a alguien en tu vida que se le da
bien escuchar, dar buenos consejos para hacerte sentir bien, que no pierde el
control cuando se enfada ni se deja hundir...pues que sepas que esa persona es
toda una experta en el manejo de sus emociones. ¿Te gustaría a ti también
formar parte de las personas emocionalmente inteligentes? Pues te sugiero que
sigas estas 6 recomendaciones, ya que la capacidad que poseas para manejar tus
emociones determinarán todos y cada uno de los aspectos de tu vida.
Primero de todo ¿sabes qué es la inteligencia
emocional?
Definición de inteligencia emocional
Daniel Goleman, experto en inteligencia emocional, la
define como la capacidad para reconocer sentimientos en uno mismo y en otros,
siendo hábil para gestionarlos y dirigirlos a la hora de relacionarse con los
demás. Las personas que cuentan con alta inteligencia emocional tienen la
capacidad de ajustar sus comportamientos y emociones a la situaciones, y esto
lo pueden hacer por su capacidad para reconocer sus propias emociones, así como
las de los demás. Esto es, a mayor inteligencia emocional, mayor capacidad para
reconocer emociones y adaptarse a las situaciones, por lo que mayor
probabilidad de sacar algo beneficioso y productivo de éstas.
Aquí están los 6 pilares de la inteligencia emocional
que debes trabajar:
1. Conocimiento de uno mismo
Cuando un hombre no se conoce a sí mismo, no conoce
nada. Saber cuál es tu reacción ante ciertas situaciones o saber reconocer cómo
te sientes a lo largo de un día es clave para conocerte a ti mismo. ¿Qué cosas
no soportas de los demás? ¿Qué cosas te hacen sentir mejor? ¿Hay algo que te
motive muchísimo? Una buena forma de conocerse a uno mismo es plasmarlo en
papel. Pon en un papel tus sentimientos, emociones, pensamientos y creencias
ante las distintas situaciones que protagonizas en tu vida. Esto te hará ser
más consciente de cómo eres y cómo actúas, lo que te dará la llave para
gestionar y manejar todo cuanto no suponga un beneficio para ti. Hazlo, verás
cómo te sorprendes de ti mismo.
2. Empatía
No juzgues su camino si no has andado con sus zapatos.
La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro y ser capaz de
sentir lo que el otro está sintiendo. Seguro que en muchas ocasiones has
juzgado a muchas personas. No te preocupes, la sociedad de hoy en día nos
programa para hacerlo. Sin embargo, creo que hoy es un buen día para que
cambies todo eso y, en lugar de juzgar al resto de personas, ¿qué tal si
pruebas a entenderlas y ponerte en su lugar? Te sorprenderás.
3. Regulación emocional
Todas las personas tenemos impulsos, pero las personas
emocionalmente inteligentes se diferencian del resto en que piensan antes de
actuar y controlan su impulsividad. Esto tiene mucho que ver con el primer
punto, ya que sin él esto sería imposible. Es necesario que te autorregules
emocionalmente porque sino resultaría injusto para ti y para quienes se
relacionan contigo. Es bueno desahogarse y pegar un grito en la intimidad de
vez cuando, o llorar si es eso lo que necesitas en ese momento pero no dejar
que las emociones te arrastren. Por ello, no debes reprimir tus emociones pero
tampoco dejar que te gobiernen a ti. Tú eres el que tiene el control para
permitir o no que florezcan, y saber cómo gestionarlas es un rasgo de inteligencia
emocional.
4. Habilidades sociales
La inteligencia emocional no puede ser entendida sin
la participación de los demás. Ser emocionalmente inteligente implica que tus
relaciones con los demás no son sólo beneficiosas y productivas para ti, sino también
para ellos. Es decir, una persona emocionalmente inteligente sabe reconocer las
emociones de los demás, así que sabe cuando alguien necesita ser motivado y
cómo hacerlo, cuándo alguien necesita un abrazo, cuándo alguien...En
definitiva, una persona emocionalmente inteligente buscará el bienestar de los
demás tanto como el suyo, porque entenderá que la verdadera felicidad no es
verse feliz, sino ver cómo los demás son felices con él.
5. Automotivación
Cuanto más grande sea el esfuerzo, mejor será la
recompensa. Y debes estar motivado para que esa recompensa sea la máxima y no
te quedes a mitad del camino por un mal día. Las personas emocionalmente
inteligentes se caracterizan precisamente por eso: por sacar la voluntad y la
fuerza incluso en los peores momentos; por sacar una sonrisa aunque no tengan
ganas, por no dejar de intentarlo nunca. Porque precisamente esa es la
recompensa: saber que has dado todo de ti y que te sientes satisfecho y
orgulloso por ello.
6. Felicidad
Generalmente, las personas que poseen alta
inteligencia emocional son personas felices. Y es que las personas
emocionalmente inteligentes saben reconocer sus emociones: cuando están
tristes, contentos, emocionados...y por ello, saben gestionarlas y controlarlas
si fuera necesario. Desgraciadamente, muchas personas asocian la felicidad con
recibir o poseer cosas materiales pero se equivocan: los que realmente son
felices son los que siempre dan; entendido en todos los aspectos:dan alegría
cuando la necesitas, te dan motivación en los peores momentos, energía para un
mal día...Son personas que transmiten bienestar y energía positiva. Saben
reconocer sus emociones y controlan su estado de ánimo para conseguir su
propósito. Y tú, ¿a qué esperas para ser una persona emocionalmente
inteligente?
Ya sabes la teoría, ahora a poner en práctica estos 6
pilares que has de implantar en tu vida si quieres conseguir el propósito de
ser emocionalmente inteligente. Deja tu comentario compartiendo tu experiencia
o punto de vista acerca del tema, ya sabes que tu opinión es muy importante y
significativa. Un saludo y hasta la próxima
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